Velez-Blanco
Velez-Blanco
Belleza Natural y Patrimonial
Vélez-Blanco, un pueblo con encanto
Municipio situado al norte de la provincia, en la Comarca de los Vélez, caracterizado por su clima mediterráneo continental, por sus montañas agrestes de materiales calizos y dolomíticos, por sus masas forestales de pinares y encinas, y por la riqueza arqueológica de sus yacimientos y cuevas como lo demuestran la existencia en este municipio de la Cueva de Ambrosio, importante yacimiento del Neolítico, las pinturas rupestres de los abrigos de Santonge, de los Calares de Leria, la de Gabar y sobre todo la Cueva de los Letreros, declarada Monumento Nacional, y donde se encuentra la pintura que se ha convertido en el símbolo de Almería: el Indalo.
Además de esta impresionante riqueza, cuenta el pueblo con una estructura urbana heredada de la época árabe, muy bien conservada y cuidada, que se corresponde con la belleza de todo el conjunto, presidido por el impresionante Castillo renacentista de Vélez-Blanco, del que sólo queda la parte exterior pues la ornamentación interior fue vendida por sus propietarios a un anticuario francés en 1903 y en la actualidad se puede contemplar en el Museo Metropolitano de Nueva York.
Cuenta con un castillo del siglo xvi, vinculado a los Fajardo. También destacan la iglesia de Santiago, el Convento de San Luis y la Cueva de los Letreros, en la que se encuentra el Brujo, menos conocida que el Indalo (que se encuentra en otra cueva), una pintura rupestre del Neolítico tardío o Edad del Cobre que representa una figura humana, y que se ha convertido en el signo de la provincia de Almería. La cueva de los Letreros fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1924 y posteriormente en 1998 también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Tanto Vélez-Blanco como Vélez-Rubio comparten los mismos gentilicios, egetano y egetana, aunque cabe destacar que este término fue acuñado en primera instancia por Vélez-Blanco y, más tarde, Vélez-Rubio adoptó el mismo vocablo para sus habitantes.