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La Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Comité Económico y Social Europeo (CESE) y el Parlamento Rural Europeo organizan un evento conjunto bajo el título “Hacer de las zonas rurales los motores de una Europa sostenible” el 14 de marzo de 2019 en las instalaciones del CESE de 2.30 pm a 6 pm.

Tanto el Comité Económico y Social Europeo como el Parlamento Rural Europeo están preocupados por el futuro de las áreas rurales, que políticos y legisladores tienden a descuidar. Ambos consideran que no solo es necesario animar las áreas rurales para que las personas quieran vivir y trabajar en ellas. Pero el gran potencial, en gran parte no utilizado, de las áreas rurales también abre perspectivas prometedoras cuando se trata de implementar la Europa sostenible que deseamos.

Por su parte ELARD, la red europea de Grupos de Acción Local, que reúne a 2.500 grupos de acción local de 24 países y de cuyo Consejo Permanente forma parte REDR, presentará un documento de posicionamiento que recoge varias medidas de apoyo y renovación de LEADER/CLLD para el período de programación 2021-2027. Aunque dicho paquete de medidas propuestas deben ser ratificadas por todos sus miembros en la próxima Asamblea General de ELARD que se celebrará el próximo 10 de abril de 2019, podemos destacar algunas de las propuestas que se presentarán al Comité Económico y Social Europeo (CESE) y al Parlamento Rural Europeo este jueves 14 de marzo.

ELARD solicita la reintegración de FEADER en el Reglamento de Disposiciones Comunes y, por lo tanto, apoya al Parlamento Europeo y a muchas otras organizaciones rurales interesadas en el deseo de mantener el desarrollo rural dentro de la “familia EIE” (“ESIF”, por sus siglas en inglés). Una mayor interrelación entre estos fondos es vital para la financiación de instrumentos territoriales, en particular las Estrategias de Desarrollo Local CLLD/LEADER;
ELARD expresa la preocupación de que la programación conjunta del primer y segundo pilar de la Política Agrícola Común conlleve el riesgo de que el desarrollo rural no agrícola se convierta en un problema menor en la PAC;
ELARD agradece la asignación del 5% del FEADER para LEADER, pero lamenta que el FEDER, el FSE y el FEMP no prevean un porcentaje mínimo para CLLD. ELARD solicita asegurar que se aplique el mínimo del 5% de asignación para LEADER en todas las regiones de Europa, y no solo a nivel de los Planes estratégicos nacionales de la PAC;
ELARD adopta el enfoque de Smart Villages en la metodología LEADER y defiende que los GAL son la plataforma más adecuada, como asociaciones de múltiples actores y de partes interesadas, para implementar el enfoque de Smart Villages;
ELARD está convencida de que LEADER/CLLD y los GAL son el instrumento adecuado para localizar, implementar, seguir y revisar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las áreas rurales. La participación de las áreas rurales es esencial para el logro de los ODS;
ELARD solicita claridad sobre las medidas técnicas para permitir una transición sin problemas entre el período de financiamiento actual y el siguiente, incluido LEADER/CLLD, ya que el nuevo marco de la PAC necesitará más tiempo para entrar en vigor.

Las mujeres que viven en pueblos sufren una doble discriminación, por serlo y por vivir en un entorno con menos oportunidades. Son seis millones de mujeres en España pero a pesar de estar más formadas que los hombres sufren en mayor medida el desempleo y se ven forzadas a abandonar el sitio en el que nacen para buscar ofertas laborales en las grandes ciudades. Otras, en cambio, eligen mudarse al pueblo a pesar de esas enormes dificultades. ¿Por qué lo hacen? Nos lo cuenta la protagonista del siguiente reportaje.

 

https://www.publico.es/publico-tv/publico-al-dia/programa/750570/como-viven-las-mujeres-del-mundo-rural

Los días 26 y 27 de febrero del 2019, representantes de gobiernos nacionales, instituciones y locales, sociedad civil, instituciones académicas, asociaciones de gobiernos locales y regionales, agencias de desarrollo empresarial y las Naciones Unidas se reunieron en Sevilla, España, para reflexionar sobre las implicaciones y las diferentes vías que permitan acelerar y amplíen el enfoque local de la Agenda 2030 y la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a los que se han comprometido 193 países, incluido España.

Al término del encuentro los participantes del evento, representantes de autoridades nacionales, regionales y locales y de la sociedad civil aprobaron una declaración política en la que se destaca la necesidad de implicar a las autoridades regionales y locales en la aplicación de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, conocida como el Compromiso de Sevilla o Seville Commitment (enlace al documento).

¿Por qué son los Grupos de Desarrollo Rural candidatos ideales para impulsar los ODS?

Ante el nuevo período de programación europeo, aún no definido y marcado por el retraso en su diseño y ejecución, los territorios rurales se encuentran ante una ocasión única para tomar parte en la consecución de los ODS. En primer lugar, los Grupos de Acción Local podrían incluir estos objetivos en sus futuras Estrategias de Desarrollo Local. Por otra parte, el hecho de que no existan experiencias piloto supone una oportunidad para alzarse como candidatos perfectos a desarrollar proyectos e iniciativas enmarcadas en la Agenda 2030.

“Nos comparan con Laponia, pero Laponia tiene la población fija mientras que algunos de nuestros municipios siguen perdiendo población”. Un problema, el de la despoblación, que para Manuel Civera, presidente del Consorcio Valencia Interior y alcalde de Llíria, solo se puede solucionar con la implicación de todas las administraciones, locales, provinciales, autonómicas y nacionales.

El Consorcio Valencia Interior está compuesto por 61 municipios de cinco comarcas del interior de la provincia, algunos de ellos con unas tasas de densidad de población de menos de 25 habitantes por kilómetro cuadrado (en las comarcas de Serranos, la Plana de Utiel, el Rincón de Ademuz y la Hoya de Buñol). Estas cifras se sitúan muy lejos de la media de la provincia (239 h/km2); de España, (93/km2) o de la Unión Europea (113h/km2). Por eso, incentivar la llegada de personas a estos municipios se ha convertido en una necesidad. Y desde el Consorcio consideran que ese incentivo llega de la mano del medio ambiente. “A los jóvenes les interesa mucho los temas medioambientales e innovadores. Por ello nosotros hemos apostado por esos aspectos, a través de una gestión de residuos eficaz y una planta de tratamiento modélica. Ahora es el momento de ponerlo en valor”, afirma Manuel Civera.

Para ello ha organizado unas jornadas sobre ‘El papel de las Políticas Ambientales y de Bienestar Social en la lucha contra la despoblación’, el miércoles 27 de febrero en Marines, para exponer su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible contra el cambio climático y analizar el papel de esas políticas en la lucha contra el fenómeno de la despoblación en las zonas de interior de la provincia de Valencia.

La pérdida de población de las zonas de interior, además de provocar un grave problema de desequilibrio socioterritorial, compromete también las cuentas públicas –encarecimiento de los costes de prestación de servicios públicos y sostenimiento de infraestructuras-, y supone una pérdida de potenciales activos de riqueza por el desaprovechamiento de recursos endógenos. “El que hayan conformado asistencia representación al mas alto nivel autonómico y nacional es una buena noticia, porque necesitamos la implicación del resto de administraciones para mitigar el problema de la despoblación y para que nos apoyen en este compromiso con el medio ambiente”.

Además, también contarán con la presencia de expertos como Francisco Burillo, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza y promotor de Serranía Celtiberia, Lucía Martínez, del grupo GESINN de la Universitat de València, Federico Buyolo, director de la Oficina del Alto Comisionado para la Agenda 2030 o Francisco Boya, presidente de la Asociación Española de Municipios de Montaña (Es Montañas), entre otros.

Planta de valorización de Lliría
Ese compromiso se sustenta en un principio, quién contamina paga, y en una realidad, el mundo rural es quién con más rigor aplica los objetivos contra el cambio climático. Como resultado, se ha puesto en marcha la planta de valorización de Lliría, que gestiona los residuos de estos 61 municipios, que suponen el 50% de la provincia de Valencia y que generan cerca de 120.000 toneladas de residuos urbanos al año. “Son unas instalaciones modélicas, que se han puesto en marcha con la aportación de los vecinos, sin subvenciones, donde se lleva a cabo una gestión transparente y donde cada municipio paga según las toneladas de residuos que genera”, explica el presidente del Consorcio.

Unas instalaciones donde se ha conseguido valorizar y reciclar el 90% del material reciclable que reciben, “además convive perfectamente con la agricultura, no genera malos olores, el 100% del agua limpia se reutiliza y casi no generamos emisiones a la atmósfera. Con ello hemos conseguido anticiparnos a los objetivos de la Directiva europea 20-20-20 de eficiencia energética y estamos encaminándonos al objetivo de residuos cero y de energía asequible y no contaminante de la Agenda 2030”.

Objetivo, ser sumideros de carbono
Durante la jornada se analizará lo que se ha conseguido y las pautas y medidas que se pueden tomar para continuar reduciendo emisiones “y convertirnos en sumideros de carbono, es decir, una zona que absorbe y captura el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, reduciendo así su concentración en el aire. Con esta planta y una mejor gestión de nuestros bosques podemos conseguirlo y así atraer las inversiones de empresas en proyectos de compensación a nuestro territorio”.

Manuel Civera resalta un dato. Uno de los riesgos de emisiones más importantes son los incendios forestales, ya que un incendio genera más emisiones que la actividad humana de un año. “Hay que minimizar el riesgo”. Para ello están trabajando en aprovechar el biocombustible que se obtiene de los bosques de estas comarcas. Así, se reduce la dependencia de los combustibles fósiles y se apuesta por el biocombustible, mucho más ecológico y además se consigue un ahorro económico que se puede invertir en otros proyectos. “Por ejemplo, en la planta de Lliría se tratan 20.000 toneladas de podas de jardinería. La décima parte de ese residuo podría servir para climatizar todas las instalaciones públicas de un municipio como Lliría. Estamos estudiando como aprovecharlo y el dinero que genere el ahorro se invertiría en empleo verde para la gestión de los bosques”.

Además de la planta de Lliría, desde los municipios que conforman el Consorcio se está apostando por la innovación en medio ambiente. Sobre todo para dotar a las localidades más pequeñas de herramientas para dimensionar bien y reducir las principales emisiones fósiles, así como para gestionar con los recursos a su alcance y hacer una labor de concienciación para que cambien los hábitos ciudadanos. “Pero acompañado de esa apuesta tiene que mejorar los servicios y las políticas de bienestar, con una red de asistencia adecuada, reducir la brecha tecnología… y ese es el segundo eje de las jornadas, las políticas de bienestar social”, apunta Manuel Civera.

Según el último informe de Eurostat, en 2017 la cuota de consumo de energías renovables ha ascendido a un 17,5% en comparación con el 17% en 2016 y el 8,5% en 2004. La cuota de energía proveniente de fuentes renovables en el consumo de energía final es uno de los indicadores principales de la estrategia Europa 2020. El objetivo de la UE es alcanzar una cuota de energías renovables equivalente al 20% de consumo final de energía para 2020 y como mínimo un 32% para 2030. En 2017, la cuota de energías renovables ha sido del 17,5%, superior a la de 2016 (17%) y muy superior a la 2004 (8,5%), el primer año del que existen datos.

Además del objetivo global de la UE, cada Estado miembro tiene su propio plan nacional de acción con un objetivo específico a alcanzar en 2020. Estas metas nacionales tienen en cuenta los puntos de partida de cada estado, el potencial para el uso de energías renovables y el rendimiento económico.

Conforme a Eurostat, once Estados miembros ya han alcanzado sus objetivos de 2020, a saber: Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Croacia, Italia, Lituania, Hungría, Rumanía, Finlandia y Suecia. Por su parte, Letonia y Austria están a un punto porcentual de alcanzar su objetivo. Por la cola, Países Bajos, Francia, Irlanda, Reino Unido, Luxemburgo, Polonia y Bélgica son los países que están más lejos de alcanzar sus objetivos nacionales.

En el caso de España, la cuota de energía proveniente de fuentes renovables se ha registrado en un 17,5% coincidiendo con la media de la UE y a 2,5 puntos porcentuales de alcanzar el objetivo para 2020 (20% de cuota).

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